20 May

Proyecto Original del Nuevo Aeropuerto en Texcoco

Estimado arquitecto:

He pensado mucho sobre si debería escribir esta carta o no. Quizás no tengo derecho a quejarme porque no vivo en México, sin emgargo estudié la carrera de arquitectura en la Ciudad de México. Después de hablar con varios colegas arquitectos y darme cuenta de que algunos tenían preocupaciones similares. Pensé que era realmente importante expresar mis preocupaciones desde afuera, dada la situación actual.

Primero, creo que necesitamos hablar sobre lo que significa el hecho de que se cancele un proyecto tan importante como el nuevo aeropuerto internacional. Todos sabemos que fue una colaboración entre un conocido arquitecto internacional, Norman Foster, y un arquitecto mexicano, Fernando Romero. ---- Aunque entiendo que existen muchos cuestionamientos al respecto y que en realidad eran muchas personas y compañías involucradas, ante el resto del mundo hay un aspecto icónico y de prestigio que este proyecto estaba brindando a la arquitectura mexicana. Soy consciente de que, por definición, este es un proyecto neoliberal global (parte del problema politico), fué el “chivo expiatorio” dentro del uso erróneo y manipulador del concepto de neoliberalismo que la administración actual mexicana está discutiendo demostrando su ignorancia al respecto. Sin embargo, el punto aquí es que fue una ofensa, un golpe bajo a la arquitectura Mexicana, no hubo otras alternativas. La peor parte fue su reemplazo por un proyecto que no se sabe si  fue diseñado por un arquitecto, sino que creo fue basicamente "dibujado" por uno, pero en realidad fue diseñado principalmente por ingenieros militares. El proyecto es de baja calidad sin planificación, pero peor aún, es una vez más el factor de desacreditación para los arquitectos y la arquitectura mexicana. Debería haber existido una propuesta formal o informal para un concurso nacional para un nuevo aeropuerto en el mismo terreno de Santa Lucía o incluso mejor aún para encontrar un nuevo terreno realmente viable.

Esto me hace preguntarme por qué no hubo ningún tipo de fuerte respuesta  por parte  diferentes organizaciones de arquitectos como el  CAM SAM , pero más importante, del sector académico de arquitectura mexicana: profesores, estudiantes y administradores protestando seriamente por esta constante actitud ofensiva y desacreditante (la cual no es exclusiva para los arquitectos). Sé que la mayoría de los ciudadanos no tienemos “el poder” para cambiar esta política insultante del gobierno federal, pero es importante crear un sentido de respeto y credibilidad para los estudiantes y jóvenes arquitectos y para el futuro de la arquitectura tanto en la práctica como en la disciplina académica. Necesitamos creer en nuestra profesión.

En segundo lugar, una vez más no hay una queja formal o al menos no la he visto de parte de arquitectos planificadores tanto  profesionales o académicos (la mayoría son notas periodísticas) con respecto al desastroso impacto ecológico y económico que el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas tendrán en el país, dentro de una  economía bastante debilitada. ---¡Debería haber algún tipo de protestas reales! --- Creo que es muy importante dar el ejemplo y no olvidar la responsabilidad con la profesión y el futuro del país.

Sé que este es un momento difícil al enfrentarnos a una nueva realidad como esta pandemia la cual ha transformado al mundo. Por ahora estos proyectos con falta de visión y por demás caprichosos y que seguramente vedrán otros en el futuro. Esto seguirá menospreciando a la arquitectura y a los arquitectos mexicanos. ¿Hay alguna manera de crear un frente unido, al menos en cuanto a la protección y el respeto a la profesión, que incluya estudiantes, profesores, administradores, arquitectos en ejercicio y simpatizantes?

Sé que estoy siendo extremadamente ingenuo, hasta ridículo, pero no podemos darnos el lujo de decir que no hay nada que se pueda hacer, disculpen mi atrevimeiento, pero aquí  mando unas algunas sugerencias, supongo que las escuelas de arquitectura de los diferentes estados pueden tomar el liderazgo.

1. Escuelas de arquitectura creando relaciones a través de proyectos específicos o concursos con oficinas del gobierno local (de diferentes partidos con otros criterios) sobre proyectos necesarios, especulativos o que discutan el problema de "una nueva normalidad".

2. Escuelas de arquitectura creando relaciones a través de proyectos específicos o concursos con empresas y sectores empresariales que forman parte de un frente de resistencia contra las políticas económicas federales.

3.El gobierno federal hace un par de días, de manera clásica, desacreditó el papel y la importancia de la profesión de ingeniería. ¿Pueden los arquitectos e ingenieros, al menos para este tema específico de desacreditación profesional, crear una alianza de resistencia?

4. Organismos como el CAM SAM creando conferencias en línea con la participación de arquitectos mexicanos que discutan sobre estos temas, y busquen una forma de divulgación.

5. Importantes sistemas de enseňanza arquitectónica  privada como el Tec de Monterrey, Ibero, La Salle, etc. creando conferencias en línea con la participación de arquitectos mexicanos que discutan sobre estos temas.

6. Grandes sistemas de enseňanza arquitectónica  pública como la UNAM, el Politécnico, etc. creando conferencias en línea con la participación de arquitectos mexicanos que discuten estos temas y busquen una forma de divulgación.

7. Escuelas de arquitectura proponiendo más talleres de arquitectura y planificación urbana con temas contemporáneos de empoderamiento para el arquitecto y su profesión.

8. Las empresas constructoras creando conferencias en línea con la participación de ingenieros, arquitectos y profesionales relacionados con el gremio discutiendo el future de la construcción en Mexico ante la inminente crisis y busquen una forma de divulgación.

Tiene que haber algún tipo de acción, algo tiene que suceder. Sé que todos ustedes están haciendo un gran trabajo. Pero hay algunas áreas de impacto que podrían y deberían incorporarse.

Nosotros, como arquitectos, queremos tener partcipación, queremos ser una profesión del futuro, sé que a veces debemos ser humilde, pero muchas veces debemos ser hablar claro y con fuerza.

Gabriel Esquivel

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